Calor pegajoso y denso como las mentiras susurradas a media voz.La noche se agarra a las sábanas húmedas de sudor y a la piel ajada con olor a jabón barato y desinfectante.
Nak se tapa los oídos para no escuchar las conversaciones telefónicas rijosas de un oficinista salido.El sonido asqueroso de esa voz aflautada le llega desde el patio interior que emana un calo infernal y asfixiante.
Nak,aterrado,mira el calendario y sabe que aún es demasiado pronto para este verano maldito.Cierra los ojos y solamente desea que todo sea tan falso como la piel que se desliza a su lado,en este camastro que rezuma derrota.
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