miércoles, 11 de marzo de 2015

Nak 378.0

No mirar nunca más hacia atrás,no mirar hacia adelante. Quedarse con la vista fija en el horizonte intentando alcanzar ese horizonte que alguien había prometido.permanecer con la vista anclado en la línea entre el Océano y el cielo y aguardar que el reloj del Ayuntamiento apuñale el mediodía y que los ñandúes polacos comiencen su periodo de celo.
Nak,de pie en el malecón,sigue contando los segundos,desgranando los minutos que le lleven a otro anochecer violento y solitario.

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