No siempre las torturas acaban con el dolor de una amanecer eterno y cíclico. En ocasiones el final es dulce como un beso,fresco como una caricia,salado como el sexo y suave como una mirada.
Las torturas pueden llegar a ser tan placenteras que Nak cierra los ojos y se deja arrastrar toda la noche huyendo de los Ciudadanos borrachos y los oficinistas salidos.
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