sábado, 3 de enero de 2015

Nak 364.0

No siempre las torturas acaban con el dolor de una amanecer eterno y cíclico. En ocasiones el final es dulce como un beso,fresco como una caricia,salado como el sexo y suave como una mirada.
Las torturas pueden llegar a ser tan placenteras que Nak cierra los ojos y se deja arrastrar toda la noche huyendo de los Ciudadanos borrachos y los oficinistas salidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario