Nak sentía como su estómago se plegaba en nudos cada vez más apretados.Intentaba respirar y el aire apenas le llegaba a los pulmones.
Angustia en colores pálidos y sudor frío.
El sol asesinaba lentamente una tarde tan extraña como lejana,una tarde ausente de pájaros y plena de aromas de sexo y derrota.
Nak se debatía entre sudores fríos y el vértigo.Se asomó a la ventana y entonces lo entendió todo:había llegado el terrible verano del sur y los tratantes de sueños habían levantado el vuelo hacia el sur ,dejando la ciudad bajo el influjo de los Ciudadanos salidos,las muchachas mentirosas y los tristes ñandúes polacos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario