domingo, 31 de marzo de 2013

Nak 193.0

Sus armas fueron entregadas,pero su dignidad permaneció como el primer día:inexistente.
Nak caminó hasta su cama mientras los gusanos negros arañaban suavemente sus tripas.El amanecer traería más maldades roñosas y alguna sonrisa falsa,como era habitual.

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