sábado, 24 de noviembre de 2012

Nak 154.0

Aquella mañana se deslizaba tranquilamente hacia el horizonte púrpura donde se intuía el falso Océano.Nak silbaba alegre cancioncillas de amor con una sonrisa beatífica en la cara.

Suave brisa en la cara y ñandúes polacos suicidándose en alegres cabriolas frente a los edificios ministeriales.Un oficinista ocultaba su erección tras el maletín y una muchacha le metía mano mientras le birlaba la cartera.
Una mañana tranquila en Rydeen con un cielo repleto de palomas ciegas y tranvías atestados de jóvenes con vaporos vestidos blancos.
"La felicidad podría parecerse a esto" pudo escuchar  Nak.Se giró y no pudo ver como su sombra se tapaba la boca conteniendo una carcajada cruel.

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