jueves, 12 de abril de 2012

Nak 76.0

Lastrado por sus propias pesadillas recurrentes Nak bailaba con los ojos cerrados.
Danzaba al ritmo sincopado de la música que martilleaba sus oidossaboreando el recuerdo del sabor de la lascivia en sus labios.
Asiendo su copa comenzaba a dejar atrás las insinuaciones de los tratantes de sueños y las miradas turbias de las mujeres de pies grandes.
Nak,tambaleándosellegó hastta ek rertrete,se acuclilló frente al inodoro y vomitó sus derrotas.El espejo del baño atrapò su imagen sonriente,ajena a los lastres.

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