miércoles, 19 de octubre de 2011

Despedida

Tristes adioses camuflados en sonrisas y gestos amables. Finales anunciados que se disfrazan de hastaluegos falsarios. Silencios medidos que creen ser obras de arte y solamente destilan amargura. Acabarse de un trago las copas de vodka y hiel mientras se siente el agujero en el hígado, el vacío en el pecho y el vértigo en las tripas.
Siempre habrá un cielo oscuro en que agitar las alas, barras de bar con mujeres de ojos cansados y hombres hastiados de pelear por unas miserables sonrisas de pre-pago.
Nak se marchó calle arriba agitando un pañuelo sobado a modo de patética despedida mientras no dejaba de sonreír a la mágica brisa que huía hacia las montañas.

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