sábado, 19 de marzo de 2011

Dueto

 Tuvo  el tiempo justo de secarse las lágrimas, escuchar como se cerraba la puerta para siempre quedándose con una cama deshecha, unos platos sin fregar, una mañana  lluviosa, los ojos de una mascota y el sonido inconfundible de su  corazón latiendo en un silencioso monólogo tras el dueto  truncado

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