domingo, 6 de febrero de 2011

Nak

Allí, al fondo de los abismos de la memoria se pueden ver las caras de aquellos que hemos intentado olvidar, aferrándose a las neuronas como nosotros al vaso  de gin-tonic.
Nak movía la cabeza al ritmo de una vieja canción para evitar sus miradas mientras observaba hastiado aquellas manos rugosas acariciando cuerpos de alquiler, anoréxicas de pechos estriados, maduras de gemido fácil, niñas de mirada lasciva mientras realizan profundas  felaciones.
Girando todo en un vórtice espacio-temporal estúpido y vacuo.
-Pásame la parka de matar ñandúes polacos- musitó Nak al oído de Kapek fotografiado entre salamandras.
Dijeron que al fondo de la barra se podían escuchar risas.



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